La Fiscalía General de la Nación de Colombia ocupó, con fines de extinción de dominio, 20 bienes, entre ellos varias sedes de una cadena de restaurantes de comida oriental especializada en sushi, que pertenecerían a Julio Andrés Murillo Figueroa, alias H-1 o El Zar, considerado el gran socio de muchos de los principales narcotraficantes gallegos a la hora de introducir cocaína en Europa a través de España.
Denominado en su país ‘narco invisible’, fue solicitado en extradición por España en el marco de la operación Medellín, liderada desde la Comisaría de Pontevedra bajo la coordinación de la Udyco Central de la Policía Nacional. Las propiedades afectadas ascienden en valor a 11.380 millones de pesos (unos tres millones de euros) y están representadas en cuatro sociedades y 16 establecimientos de comercio de la citada cadena, ubicada en varias ciudades y muy conocida en todas ellas.
Alias El Zar habría adquirido estos bienes con dineros producto del envío de toneladas de cocaína a Europa, asegura la Fiscalía de Colombia. Después de su captura, ejecutada en atención a una notificación roja de Interpol elevada por España y que se produjo en una mansión antioqueña, varios de sus presuntos socios recurrieron a terceros para poner a nombre de ellos las empresas y así intentar evadir el control de las autoridades, algo que no consiguieron.
La operación se llevó a cabo en Pereira (Risaralda), Cali (Valle del Cauca), Medellín, Envigado y Rionegro (Antioquia), y Bogotá. La investigación, dirigida por la Dirección Especializada de Extinción del Derecho de Dominio, estableció que los activos pertenecerían a Julio Andrés Murillo Figueroa, solicitado en extradición por la justicia española. Sus socios en Europa, según la Policía Nacional, serían narcos gallegos, pero no solo ellos; también el recientemente excarcelado Fikri Amellah o Jonas Falk, conocido como El Pablo Escobar sueco, entre otros.