En una jornada de acción celebrada el 10 de junio en Lecce (Italia), los Carabinieri italianos detuvieron a un falsificador de dinero y desmantelaron una sofisticada imprenta para llevar a cabo esa falsificación. La redada, que resultó en la incautación de más de 100.000 euros en billetes falsos y más de 10.000 euros en criptomonedas, estuvo precedida por la detención de compradores de grandes cantidades de billetes falsos en Italia y Francia. Desde febrero de 2024, investigadores de las autoridades policiales de Austria, Francia, Alemania, Italia, Luxemburgo y España, coordinados por Europol, seguían la pista del grupo delictivo, formado por otros dos acusados. Los falsificadores son responsables de producir falsificaciones muy convincentes (billetes en euros) que ofrecieron a la venta a través de un popular servicio de mensajería cifrada.
Durante la redada, los agentes confiscaron la imprenta donde se falsificaban billetes en euros de distintas denominaciones (5, 10, 20 y 50). Estaba equipada con las herramientas y materiales utilizados para producir falsificaciones muy sofisticadas. Los agentes en el lugar confiscaron máquinas de impresión y corte, así como materias primas para los billetes y sus elementos de seguridad. Los análisis del Banco Central Europeo confirmaron que los elementos de seguridad falsificados de los billetes, como los hologramas, eran de alta calidad. Los Carabinieri también confiscaron los dispositivos electrónicos de los vendedores, así como su canal en línea utilizado para publicitar y vender los billetes falsos.
Tras los informes sobre billetes falsos de alta calidad en Austria, Francia, Alemania, Italia, Luxemburgo y España, Europol ayudó a estos países a desarrollar un panorama de inteligencia. Al rastrear más de 170 actividades de ventas, los investigadores descubrieron que los compradores podían pedir billetes de euro falsos de varias denominaciones a través de un canal de comunicación específico. Los productores aceptarían pagos en criptomonedas y se encargarían de que los billetes falsos se enviaran por correo.
Además de facilitar el intercambio de información, Europol financió y coordinó varias actividades operativas. Europol también proporcionó apoyo analítico para identificar los países donde se distribuía la moneda falsificada. El día de la acción, un experto de Europol fue enviado a Italia para proporcionar apoyo técnico y cotejar la información operativa con las bases de datos de Europol y los sistemas del Banco Central Europeo.