Una operación de la Policía de Grecia con la información de Inteligencia vertida por la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos sirvió para intervenir un cargamento de 100 kilos de cocaína que llegó por el método del gancho ciego al puerto del Pireo y que tenía como destino Croacia.
En este caso, ni la empresa exportadora ni la importadora tienen nada que ver con el narcotransporte, pues los narcos consiguieron colocarlo en uno de los puertos de América Latina y pretendían recogerlo en Europa antes de que el calamar llegase a su destinatario final.