La Unidad Central de Falsificación de Moneda de los Mossos d’Esquadra de la Generalitat llevaba desde 2022 siguiendo los pasos de una persona dedicada a introducir billetes falsos en Barcelona. El pasado lunes registró su domicilio, un dúplex muy lujoso, donde descubrieron un laboratorio artesanal. “La falsificadora tenía una libreta donde anotaba sus billetes y cómo los iba mejorando. Eran de una calidad muy alta y los iba mejorando con el uso de hologramas tridimensionales, la imitación de la estampación de la marca de agua y la imitación de las marcas táctiles que en los billetes auténticos están hechas con impresiones calcográficas”, detallan los investigadores.

“Buscábamos a una mujer con peluca que ocultaba el rostro con mascarillas y gafas de sol. La falsificadora era metódica y buscaba la perfección en la confección de las falsificaciones. Se movía por toda la ciudad e iba haciendo compras con los billetes que fabricaba”, exponen los investigadores.

“La detuvimos y el laboratorio quedó desmantelado. Calculamos que ella sola habría colocado en el mercado cerca de 100.000 euros. No tenía antecedentes y nos dijo que había dado el salto a la delincuencia para mantener su alto nivel de vida después de quedarse sin ingresos”.
En lo que va de año, la Unidad Central de Falsificación de Moneda ha desarticulado tres grandes organizaciones criminales dedicadas a la falsificación de euros en las operaciones Trident, Romina y Níquel.
