La Guajira colombiana, en el área del país bañada por el mar Caribe, y en el marco de una operación realizada por las Fuerzas Militares, la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación, fueron incautados más de 1.100 kilos de cocaína y numerosas armas, muchas de ellas de guerra, atribuidas a grupos criminales que operan en la región.

En concreto, fue en una caleta subterránea donde se localizaron 1.146 kilos repartidos en los clásicos fardos de arpillera repletos de cocaína valorados en 29 millones de dólares, fardos exactamente iguales a los que se acaban interviniendo al Clan del Golfo en Europa y, en concreto, en España, tanto por su estructura como por sus colores.

En paralelo, y siempre siguiendo datos que facilita el Ministerio de Defensa de Colombia, también fueron hallados en una residencia siete fusiles y diferente material de guerra.
