Un sicario acabó con la vida de Rodrigo Rodrigues Boeira, alias Xirú, considerado el jefe de la organización narcocriminal de Sergio Roberto de Carvalho, alias Paul Wouter, el mayor capo de la droga del país sudamericano. La muerte de Xirú se produjo en una zona videovigilada y cuando acudía a cobrar una presunta deuda con uno de sus proveedores, según informaron fuentes de la Policía Civil de Paraná, competente en el lugar en el que se produjo el crimen.
Los hechos se produjeron al más puro estilo de los asesinatos sicariales de América Latina. El agresor llegó en una moto a presencia de la víctima, que en un primer momento levantó los brazos pero que no halló clemencia por parte del tirador, que le disparó en la cabeza para escapar en el mismo vehículo.
Xirú había sido detenido meses atrás en el marco de una de las operaciones contra la red criminal de su presunto jefe, el Mayor Carvalho, en Brasil, y se hallaba en libertad provisional. Se le atribuía el liderazgo de buena parte de los envíos de cocaína hacia Europa del organigrama del capo conocido como ‘El Escobar Brasileño’, que actualmente se halla en una prisión belga a la espera de una decisión.
La Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) dictada meses atrás por la Audiencia de Pontevedra podría ejecutarse de forma inminente, de manera que el capo Carvalho, que en su día fingió su muerte para eludir su responsabilidad en el caso del Titán III, llegaría a Galicia para ser juzgado en solitario en breve plazo. Sin embargo, la justicia de Bélgica tiene también sobre su mesa peticiones de extradición de Brasil y de Estados Unidos, que también quieren juzgarle. Parece que España lleva la delantera, pero no hay nada decidido por el momento.
La muerte de Xirú deja claro que Carvalho tiene muchos enemigos en su país de origen, de ahí que su intención sea quedarse en Europa, preferiblemente en España o en Bélgica, con sistemas penitenciarios más livianos, para cumplir sus condenas. Como se recordará, el capo se fugó de España tras pasar por Lisboa dejándose atrás 12 millones de euros en efectivo y emprendió una ruta por varios países hasta que la DEA consiguió localizarle en Budapest, donde fue detenido. Posteriormente fue extraditado a Bélgica, donde le atribuyen varios crímenes, y en una de sus cárceles permanece en la actualidad.
