Liam Byrne, considerado uno de los miembros de más alto rango del grupo criminal organizado Kinahan, ha sido devuelto al Reino Unido para ser juzgado por presuntos delitos con armas de fuego tras una investigación de la National Crime Agency (NCA). Este martes, 12 de diciembre, el sospechoso fue escoltado de regreso desde España al Reino Unido por un equipo de oficiales del Centro Conjunto contra el Crimen Internacional de la agencia y el miércoles compareció ante el Tribunal de Magistrados de Westminster, donde permaneció bajo custodia.
Byrne, de 42 años, de Dublín, fue arrestado en junio mientras comía en un restaurante en la zona de Alcudia en Mallorca. Había volado al aeropuerto de Palma desde Dubái, en Emiratos Árabes Unidos, el 26 de mayo. Abandonó su refugio y esa fue su perdición. La investigación de inteligencia de la NCA contó con el apoyo de la Policía Nacional española y agentes de An Garda Siochana en Irlanda.
La Agencia obtuvo órdenes de arresto después de que mensajes en el servicio de mensajería cifrada Encrochat indicaran que Byrne estaba potencialmente involucrado en el suministro y adquisición de armas de fuego.
Craig Turner, subdirector de Investigaciones de la Agencia Nacional contra el Crimen, dijo: “El arresto y extradición de Liam Byrne pone de relieve el trabajo en curso de la NCA para atacar las supuestas actividades criminales del grupo del crimen organizado Kinahan. Ahora permanecerá bajo custodia hasta su próxima comparecencia ante el tribunal, prevista para el 8 de enero de 2024″.
Otro presunto miembro del grupo criminal, Jack Kavanagh, de 23 años, de Tamworth, Staffordshire, que fue detenido por agentes de la policía española el 30 de mayo en el aeropuerto de Málaga, mientras transitaba de Dubái a Turquía, permanece bajo custodia en España a la espera de extradición.
Como precedentes de la cooperación entre España y Reino Unido en la lucha contra el cártel irlandés destaca la caída de Gary Vickery, ya condenado en su país, en 2021, o la posterior de John Morrisey, líder de la rama de blanqueo de la organización criminal, ambos para su extradición a las islas británicas. Estados Unidos ha sancionado a los máximos dirigentes del clan, que se hallan en búsqueda y captura y se sitúan en Dubái.