Agentes de la Guardia Civil pertenecientes al Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Comandancia de Cáceres, de forma conjunta con el EDOA de la Comandancia de Madrid, han desarrollado una operación contra el tráfico de drogas, denominada Operación OTÚN 23, que se ha saldado con la detención de ocho personas por delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales, desarticulando un laboratorio de cocaína e interviniendo, entre otras, más de 20 kilogramos de esta sustancia, en una operación desarrollada en las provincias de Cáceres, Madrid, Alicante y Bilbao.
La investigación permitió identificar la composición de esta organización criminal, su estructura y los cometidos que desarrollaban sus integrantes. De esta manera, contaban con una sociedad mercantil que les proveía de los vehículos que empleaban en el transporte de la cocaína, adoptando robustas medidas de seguridad que les han permitido continuar en el tiempo pese a las diferentes detenciones sufridas por muchos de sus integrantes. En el mes de mayo de este año, los investigadores consiguieron aprehender algo más de 1,2 kilogramos de cocaína a un integrante de la organización en una localidad de la comarca de Campo Arañuelo.
Con la información obtenida, los investigadores se trasladaron a la provincia de Alicante, donde efectivos locales aprehendieron dos kilogramos de cocaína que se ocultaban en la parte posterior de un vehículo de la organización, y que supuso la detención de un varón para quien la autoridad judicial decretó su ingreso en prisión provisional.
Posteriormente, tras una laboriosa actividad investigadora, se practicaron cinco diligencias de entrada y registro en inmuebles de las localidades de Madrid, Cáceres y Sondica (Bilbao), fruto de las cuales fueron aprehendidos 20 kilogramos de cocaína, 111 kilogramos de sustancia de corte, 200 gramos de MDMA (éxtasis), 245.000 euros en efectivo y distintos utensilios utilizados, supuestamente, para la distribución y el tráfico de las drogas, además de cuatro vehículos.
Los dos inmuebles ubicados en Madrid eran utilizados, uno como piso nodriza y el otro como laboratorio para el tratamiento de las sustancias estupefacientes, localizando en él un molinillo industrial para pulverizar la cocaína, una prensa hidráulica y una prensa artesanal con la que daban formato roca a la cocaína tras su adulteración, además de una máquina para contar dinero. Los integrantes de la organización adoptaban fuertes medidas de seguridad para evitar su identificación y localización, y no desvelar la estructura de la organización ni la ubicación del piso nodriza.
Como resultado de la operación, se han realizado un total de ocho detenciones (el varón en la provincia de Alicante, otro en la de Bilbao, un varón y una mujer en Madrid y una mujer y tres varones en Cáceres), por delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales decretándose, por parte de la autoridad judicial, el ingreso en prisión provisional para seis de los detenidos.
Con esta operación, se ha conseguido desarticular una importante vía de distribución de cocaína en la provincia de Cáceres, concretamente en las comarcas de Las Hurdes, Campo Arañuelo, y en la ciudad de Cáceres, que era donde residían sus principales clientes. Se ha podido alcanzar, además, el punto de partida de la droga, aspecto aún más relevante en la investigación. Se trata de un nuevo elemento que acredita que España se ha convertido en país productor de cocaína, donde se desmantela una media de uno de estos laboratorios cada mes, tal y como desveló #NarcoFiles, el nuevo orden criminal, el mayor trabajo periodístico a nivel internacional que se ha realizado hasta la fecha sobre crimen organizado.