Agentes de la Guardia Civil con competencias en el entorno de la ciudad de Sevilla desarrollaron una importante operación contra el tráfico de drogas, logrando incautar cerca de cuatro toneladas y media de hachís y detener a algunos de sus responsables, localizando la ‘guardería’ de la sustancia junto al río Guadalquivir.
El operativo se inició en las inmediaciones de la localidad de Aznalcázar. Agentes que patrullaban la zona comenzaron a “recibir gritos de petición de ayuda diciendo que han sido secuestrados”, según indicaron fuentes del Instituto Armado. Varias personas saltaron un muro ante la llegada de los guardias con la intención de huir. Dos de ellos, ambos de nacionalidad extranjera, quedaron detenidos. Inmediatamente, los funcionarios entraron en el lugar del que procedían los gritos, localizando el monumental alijo de hachís y entrevistándose con los allí presentes, seis personas más.
Con la orden de registro ya en la mano, la Guardia Civil localiza, además de 141 fardos de arpillera con un peso total de 4.430 kilos de hachís, tres pistolas Glock con cuatro cargadores y una bolsa con un kilo de marihuana.
El EDOA (Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga) de la Guardia Civil de Sevilla determinó que tres de los seis individuos supuestamente retenidos eran cómplices de los que huían y pudo saber que los otros tres llegaron al lugar poco antes de lo ocurrido. El grupo criminal tenía, además, otros dos componentes que también fueron detenidos, todos ellos investigados por un supuesto delito contra la Salud Pública.
Todo apunta a que el cargamento ilegal llegó al lugar en narcolancha tras remontar el río aguas arriba desde su desembocadura en la provincia de Cádiz hasta las inmediaciones del lugar en el que fue decomisada.