El otrora gran capo de la Camorra, aliado con los narcotraficantes colombianos y gran proveedor de cocaína a nivel mundial, se enfrenta estos días en Nápoles (Italia) a un proceso judicial en el que, como muestra de buena voluntad, ha entregado una isla artificial de su propiedad ubicada en el archipiélago artificial The World, valorada en unos 17 millones de euros y con un proyecto de construcción de doce lujosas villas, cada una de ellas tasada en unos nueve millones. Su nombre, Isla Taiwan.
Imperiale ya había entregado en su día dos cuadros de Van Gogh que adquirió en el mercado negro (habían sido robados en Ámsterdam), y explicó durante el plenario que adquirió importantísimas cantidades de oro a lo largo de su etapa criminal como método para hacer negocio con su dinero en efectivo, empleando Alemania como puente.
El capo fue detenido en 2021 en su lujosa residencia de Dubái, a la que se había retirado consciente de que la policía de medio mundo le seguía los pasos. La colaboración internacional sirvió para que las autoridades del emirato optasen por detenerle y entregarle a Italia. Desde entonces ha mostrado su colaboración con la Justicia. De hecho, varias ramas dedicadas al tráfico de cocaína desde Sudamérica y Europa han sido desmanteladas en los últimos meses merced a sus informaciones.
En cuanto a la isla, los datos de Google Maps de 2023 apuntan a que aún está sin edificar. Sin embargo, el proyecto está concluido, por lo que las viviendas podrían ejecutarse en cualquier momento, a la espera de lo que decidan ahora las autoridades italianas, nuevas dueñas del terreno.
Sobre la vista oral, el fiscal pide para el narcotraficante una pena de 22 años de prisión que, con sus distintas maniobras de colaboración, podría verse sensiblemente reducida en la sentencia.