Italia ha conseguido finalizar el mayor proceso judicial contra la Mafia desde que en los años 80 golpease con fuerza a la Cosa Nostra en Palermo. 230 integrantes de la ‘Ndrangheta, entre capos y colaboradores, recibieron condenas que en el caso de los capos alcanzan los 30 años de cárcel y que suman en total 2.100, algo menos de la mitad de lo que solicitaba el fiscal del caso, Nicola Gratteri. Se trata de un gran éxito por parte de los jueces de Vibo Valentia, el enclave calabrés que desarrolló la Instrucción, y del propio responsable de la acusación, que se ha convertido en la diana de los mafiosos y que vive con escolta permanente desde tiempo atrás.
Entre los condenados figura el exdiputado de Forza Italia Giancarlo Pittelli, acusado de colaborar con esta organización criminal, así como el alto cargo del Arma dei Carabinieri, Giorgio Naselli, a once y dos años y medio de cárcel, respectivamente. Las penas más elevadas han recaído en los capos de San Gregorio d’Ipona, Saverio Razionale, el de Sant’Onofrio, Domenico Bonavota, además de en el responsable clan Lo Bianco, Paolino Lo Bianco, todos a treinta años de cárcel.
El dictamen, que incluyó varias condenas por la vía de la conformidad, procede de la operación Rinascita-Scott, y causó un fuerte impacto entre los mafiosos del Sur del país, en especial los del clan Mancuso. El juicio se celebró en un búnker en Calabria como signo de que el Estado italiano no teme a la mayor mafia del momento.