Agentes de la Policía de la Generalitat-Mossos d’Esquadra de la Unidad Central de Homicidios de la Dirección de Investigación Criminal (DIC) de Catalunya (España) de detuvieron a dos hombres de nacionalidad rumana, de 51 y 39 años, a los que se les atribuye el asesinato de un hombre en Francia ocurrido en 2003. En 2011, los hechos fueron juzgados en Francia en ausencia de los acusados y estos fueron condenados como autores del crimen. Las autoridades francesas emitieron dos órdenes de detención europeas. La pena de prisión estaba a punto de prescribir. Tras pasar a disposición judicial, la Audiencia Nacional decretó el ingreso en prisión y el posterior traslado a un centro penitenciario en Francia.
A raíz de estos hechos, ambos investigados decidieron huir de Francia, donde la investigación les había logrado identificar, para establecerse en Catalunya con identidades falsas de origen croata. En un inicio, siguieron ligados al mundo del proxenetismo y del ocio nocturno donde fueron identificados y denunciados en varias ocasiones por los Mossos d’Esquadra. Entre 2004 y 2008 fueron detenidos respectivamente por hechos relacionados con un delito contra la libertad sexual y delitos contra la seguridad del tráfico. En ese momento la documentación y la identidad que presentaban no tenía ningún señalamiento internacional a su nombre.
Posteriormente, ambos investigados abandonaron esta actividad, y continuaron con sus vidas por separado. En 2010 se denunciaron mutuamente por amenazas ante el Mossos d’Esquadra a raíz de un conflicto derivado de una supuesta deuda que tenían uno con otro. Sin embargo, en la misma denuncia utilizaron los nombres falsos y la misma documentación que venían utilizando desde que vinieron de Francia. Uno de los investigados, después de años de residencia en Catalunya logró un permiso de conducción legal en España.
Una identificación policial, proporciona una línea investigación
En 2011, los hechos fueron juzgados en Francia en ausencia de los acusados y estos fueron condenados como autores del asesinato y se emitieron dos órdenes de detención europeas. Los agentes de la Unidad Central de Homicidios obtuvieron la identidad real de ambos investigados en el marco de otra investigación donde había otras personas investigadas. La DIC, en la colaboración habitual que mantiene con policías de otros países, llevó a cabo intercambios de información con autoridades rumanas, belgas, francesas y croatas, ya que se identificaban con la documentación croata y no les constaba ninguna alerta u orden de detención activa.
Las autoridades rumanas informaron a los Mossos d’Esquadra de que a uno de ellos le constaba un homicidio imprudente en 1995. Por otra parte, las autoridades belgas informaron que la misma persona tenía antecedentes por robos agravados en 2001. Finalmente, las autoridades francesas informaron del requerimiento vigente por homicidio y secuestro de 2003 en Nancy, por los que ahora han sido detenidos.
Los investigadores finalmente lograron relacionar a los dos investigados con el asesinato en Francia y comprobaron que la orden internacional de detención seguía vigente. En el marco de la investigación, la Unidad Central de Homicidios comprobó que los investigados tomaban muchas medidas de seguridad. Uno de ellos salía de casa con el rostro tapado, hacía contravigilancias para evitar seguimientos y grababa el entorno.
Los días 1 y 2 de agosto, los investigadores con el apoyo del Grupo Especial de Intervención, establecieron un dispositivo de localización y detención, que se llevó a cabo en Segur de Calafell y en El Prat de Llobregat, donde ambos van ser detenidos.
También recuperaron en el parking de uno de los detenidos el mismo vehículo con el que trasladaron el cadáver en el 2003. El vehículo estaba aparcado, tapado con una lona y rodeado de varias trampas colocadas estratégicamente para detectar cualquier intento de manipulación. Tras pasar a disposición judicial, la Audiencia Nacional decretó el ingreso en prisión y el posterior traslado a un centro penitenciario en Francia.
Unidad Central de Homicidios
La Unidad Central de Homicidios de la DIC es la encargada de continuar aquellas investigaciones donde es necesario aplicar otras líneas o metodologías de trabajo para intentar resolverlos, también mediante las nuevas técnicas forenses de la mano de la División de Policía Científica, o de revisar todas las pruebas testificales para obtener indicios o evidencias que permitan identificar a los autores de muertes violentas.
La utilización de los nuevos reactivos como Posme o Wet-Ucio, ambos patentados por la propia División de Policía Científica, ha permitido volver a analizar pruebas obtenidas de las diligencias de investigación que se llevaron a cabo en su momento para obtener otros indicios.
En 2016 los investigadores resolvieron el crimen más antiguo que se remonta al año 2000 y que tuvo lugar en Montgat. El autor resultó ser un hombre que quedó con la víctima a través de una página de contactos y una vez en su domicilio, le mató a navajazos. Dos años después del hecho, el autor se marchó a Colombia, donde fue detenido en el marco de una orden de detención internacional emitida por los Mossos d’Esquadra. El autor fue condenado a 16 años de cárcel.
En 2019, resolvieron el homicidio de un profesor de Instituto en Barcelona en 2007, cuando un grupo de personas entró en el domicilio de la víctima para sustraer una herencia económica que la víctima había recibido hacía pocos días. Por último, la investigación concluyó que las personas que accedieron al domicilio estaban relacionadas con un grupo criminal ubicado en Tarragona dedicado a robos con fuerza. Ambos autores fueron condenados a 40 años de cárcel.
Finalmente, en 2021 los investigadores de la DIC identificaron al autor de un atropello mortal en Castelldefels en 2004. Gracias a nuevos testimonios y a una reconstrucción de la vida de la víctima y su entorno laboral, obtuvieron la confesión de un hombre que participó en la ocultación del vehículo con el que se cometió el crimen.