#NarcoFiles: De las bananas de Turbo a las de Guayaquil: las grandes rutas de contenedores con cocaína hacia España

Los puertos de Galicia, Algeciras, Valencia y Barcelona reciben cocaína en contenedores desde Colombia y Ecuador, pero también desde Brasil, Paraguay, Costa Rica y Panamá / La corrupción es el factor fundamental que permite el paso de los grandes alijos hacia Europa
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Los más de siete millones de correos electrónicos de la Fiscalía Nacional de la Nación de Colombia analizados por más de 40 medios de comunicación, Narcodiario e infoLibre en España, sirvieron para describir con precisión el nuevo panorama del crimen organizado actual a nivel mundial. La filtración sitúa, como contó este periódico días atrás, a España en el centro del escenario, especialmente como ‘meeting point’, punto de encuentro de toda clase de mafias internacionales de la droga, pero también como puerta de entrada de los flujos procedentes desde Sudamérica y como incipiente zona de producción, laboratorios mediante. En cuanto a las entradas, además de las muy conocidas que emplean los narcotransportistas gallegos (veleros, lanchas rápidas, pesqueros o narcosubmarinos), la investigación de los #NarcoFiles describe con todo lujo de detalles el camino que recorren los grandes alijos entre cargamentos lícitos de banana, con origen en los puertos de Urabá (el principal, el de Turbo), escenario dominado con puño de hierro por el Clan del Golfo, y destino en distintos países europeos, tal y como describen IrpiMedia y Vorágine, dos de los medios asociados a OCCRP, el consorcio internacional de periodistas que, junto a el CLIP (Centro Latinoamericano de Investigaciones Periodísticas), coordinó la mayor investigación periodística conjunta sobre el crimen organizado que se ha visto hasta la fecha.

Puerto de Turbo / OCCRP

«Los desembarcaderos fluviales de Zungo y Nueva Colonia forman parte del puerto de Turbo, y son administrados íntegramente por Banacol y otra empresa bananera. En los embarcaderos hay almacenes con cajas de plátanos listos para ser cargados, y justo detrás de los embarcaderos, las plantaciones. Y son puertos fáciles de usar para quienes ya se han
infiltrado en la cadena de suministro del cultivo del banano. Desde allí los contenedores son llevados en barcazas a altamar y allí son izados a los portacontenedores que esperan en el puerto», explica a IrpiMedia una fuente policial que investiga desde hace años el tráfico de drogas en Urabá. Los #NarcoFiles apuntan a la citada empresa, que ahora también
tiene sede, con otro nombre, en España, como financiadora de actividades paramilitares (cuyos antiguos miembros dominan hoy la producción de cocaína).

En cuanto a los dueños de la mercancía, Los Urabeños, ahora conocidos como El Clan del Golfo, tienen desde hace años oficinas en España. En su día fueron descubiertos en Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) y, desde luego, mantienen posiciones fijas en Madrid. La banana es el principal producto de exportación en el país, debe salir rápido de los puertos y, por lo tanto, es un escondite perfecto para la cocaína que, ya no solo hacia Galicia, Valencia, Barcelona o Algeciras, en España, sino también hacia Róterdam o Amberes, o Gioia Tauro, el gran puerto italiano.

La situación del puerto en el país / OCCRP

Una antigua alianza entre mafiosos calabreses y sicilianos y colombianos en la que ahora también participan los balcánicos sigue muy vigente, con tratos directos en Sudamérica para los grandes envíos. En la provincia de Pontevedra, la cocaína llega desde Turbo desde hace décadas, pero no hay que retroceder demasiado en el tiempo para hallar elementos de prueba. En 2019, la UCO de la Guardia Civil desarrolló la fase de explotación de la operación Cetil, destacada por Europol como la más importante del año en todo el continente. Fueron decomisados unos 6.000 kilos del Clan del Golfo que salieron del puerto de Urabá y llegaron a distintos puntos, gran parte al puerto de Marín, en Galicia, pero también a Valencia y a Países Bajos. Todo ello entre bananas. Para el ‘rescate’ de estos cargamentos, sin embargo, no había gallegos, ni siquiera balcánicos. Eran marroquíes-holandeses, probablemente integrantes de la Mocro Mafia, la relativamente nueva organización liderada desde prisión por Ridouan Taghi, el hombre que, según las autoridades, organizó el asesinato en plena calle del periodista Peter R. de Vries y mantiene amenazados al ministro de Justicia y a la familia real de Países Bajos. Sobre este crimen también señalan datos muy interesantes los #NarcoFiles, acerca de los sicarios polacos que hicieron el trabajo sucio. 

Cocaína incautada en Galicia / Vigilancia Aduanera

Turbo también era el origen de los 7.200 kilos de cocaína incautados entre bananas este mismo 2023 en operativos conjuntos entre la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía de Colombia, entre otros, en el puerto de Vigo, pero especialmente en el de Algeciras. Una organización histórica del Campo de Gibraltar tenía los contactos precisos en el Urabá antioqueño para recibir la mercancía. Su cabecilla, Damián R., sigue prófugo a pesar de los esfuerzos de las autoridades en España. Se le considera el enlace en la Península para hacer negocios con los colombianos en esta ruta.

Ecuador, la otra gran lanzadera de la cocaína

Las seis terminales portuarias de Guayaquil son la segunda gran lanzadera de cocaína a nivel mundial, muy cerca de Colombia. La sustancia llega a la ciudad del Pacífico por carretera desde los laboratorios del lado colombiano y parte en portacontenedores y en dirección a Algeciras y Galicia, en España, según relató el director antinarcóticos de Ecuador, Pablo Ramírez. El puerto de Valencia y los de Róterdam y Amberes, además de Gioia Tauro, en Italia, Le Havre, en Francia, y Hamburgo, en Alemania, también reciben alijos entre bananas.

Detalle de los logos de Algeciras / Narcodiario

“Estamos geográficamente ubicados entre dos países productores, por un lado está Colombia y por otro está Perú. De acuerdo con el último informe de la UNODC, el primer país es productor de 1.400 toneladas y el otro de 800, y dentro de este ámbito Ecuador no es productor pero sí un país de acopio de forma previa al envío al exterior”. Interviene Ramírez, que declaró a Narcodiario que “tenemos debilidades, como son el ámbito marítimo y aéreo. El Estado está trabajando a través de varias estrategias, sobre todo tecnológicas, para detectar las embarcaciones y las aeronaves. Nosotros hemos establecido y fortalecido las inspecciones no intrusivas (en los contenedores). A partir de septiembre ya estarán en los seis puertos de Guayaquil, Machala y Guayas, que son los principales, además de los dos de importación de combustible y de vehículos que están en Manta y en Esmeraldas. Pero los seis importantes de exportación están dotados de escáneres para ir avanzando en la inspección del 40, 50, 60, y con el objetivo de llegar al 100 por 100 de los contenedores”, un objetivo que parece imposible. Sin embargo, el jefe antidroga ecuatoriano señala que “en este momento, de los 329.000 contenedores que han salido de Ecuador desde el 1 de enero, hemos realizado una inspección aproximada del 28,5 por ciento. El restante sale sin inspección pero sí con un perfilamiento que nos permite tener una comunicación con los países homólogos de diferentes partes del mundo, dar alertas al destino y de esta manera trabajar conjuntamente”. Uno de esos contenedores llegó a Algeciras con 9.500 kilos de cocaína, el mayor alijo individual jamás incautado en España y también el mayor en todo el mundo desde 2021.

Pablo Ramírez describió para este periódico el camino que sigue la cocaína desde Colombia hasta su salida en los contenedores desde puertos ecuatorianos. “Tenemos tres pasos legales y 77 no autorizados. Toman los ramales de la sierra centro o de la costa, y van hacia Guayas, Manabí y también Los Ríos. Hemos identificado 23 puntos de acopio con nuestras intervenciones e incautado aproximadamente 30 toneladas de cocaína en estos centros. En esos puntos adecúan o modifican las estructuras de los contenedores introduciendo la droga en sus paneles de refrigeración, o en paredes, pisos y techos. Desde allí van hacia los puertos. En otras ocasiones contaminan el producto, el más perjudicado es el banano, en este caso mediante el sistema del gancho ciego o rip-off. Los barcos salen hacia el Canal de Panamá y toman rumbo a Europa”.

La historia que llevó a Ecuador en general y a Guayaquil en particular a su situación actual, convertida en un auténtico Medellín de los 80 por el dominio de las redes narcos, nace en los años 80, según detalla el alto cargo policial. “En los años 80 y 90 y ya en los 2000, hasta 2005, aproximadamente, teníamos presencia de los cárteles mexicanos y los cárteles colombianos. A partir de 2010 y de forma más relevante desde 2017 hemos detectado la presencia de los cárteles de Los Balcanes, a través de varias investigaciones y aprehensiones. Ya hay sentencias contra varias personas de nacionalidad albanesa y tenemos varias investigaciones en curso muy importantes”. El Balkan Cartel se hizo fuerte, tanto a un lado como a otro del Atlántico, tal y como se aprecia en la actualidad y se ha visto muy recientemente con arrestos como el de Dritan Rexhepi y, este mismo sábado, el de Nenad Petrak, ambos refugiados en Turquía. “Tenemos una ley migratoria universal que en su momento no requería ningún tipo de visa. Somos un país ‘dolarizado’ y en esa época teníamos una legislación débil en cuanto al lavado de activos. Estas personas extranjeras comenzaban con la fachada de inversionistas lícitos y crearon empresas de exportación y también ejecutaban sus acciones ilícitas. En este momento tenemos un intercambio de información con el servicio de aduanas, con el servicio de rentas internas y con otros ámbitos de control, como el ministerio de Agricultura, que da las licencias de exportación de banano, y ahí observamos si coinciden los pedidos, cómo son los pagos, las cantidades y los países de destino. Eso nos ha permitido crear un centro de análisis de puertos y aeropuertos desde hace tres años. Ese perfilamiento de empresas a través de nueve o diez indicadores nos ha permitido lograr importantes resultados e incautaciones”. Sobre el motivo que lleva a los narcos a emplear la banana para los envíos, Ramírez es claro. “Supone el 70 por ciento de nuestras exportaciones legales”.

El Mayor Carvalho, alias Paul Wouter / V.M.M.

Tras Colombia y Ecuador, los siguientes puntos de origen de la cocaína que llega en contenedores son Brasil, Panamá, Paraguay y Costa Rica. Desde Brasil destacaron durante años las rutas dirigidas por el ahora encarcelado en Bélgica Sergio Roberto de Carvalho, alias Paul Wouter, considerado uno de los grandes capos contemporáneos y responsable de envíos no solo en portacontenedores sino también en barcos pesqueros con España como referencia. Así ocurrió en el caso del Titan III, donde sus socios gallegos fueron condenados y él eludió el juicio tras fingir su muerte. Sería detenido más tarde en Budapest y de allí, extraditado a Bélgica. España y Brasil le siguen reclamando. Los puertos atlánticos de Brasil, con Santos como punta de lanza, son origen de numerosos cargamentos destinados a Europa a través de España. El PCC y el Comando Vermelho están detrás de parte de estos negocios, con oficinas estables en puntos como las Islas Canarias. En este caso suelen apostar por el gancho ciego y ocultamiento en toda clase de mercancías, muchas veces harinas o madera, productos que se envían de forma legal desde el país y hacia la Península Ibérica, no solo España, sino también Portugal.

Representación de la hidrovía / OCCRP

En cuanto a Paraguay, la hidrovía que describen con detalle los #NarcoFiles es un elemento fundamental, con la bajada de alijos de cocaína por el Paraná desde los países productores hasta los puertos de salida y el destino final ya no solo en España, sino también en otros países de Europa. La Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) de ese país hace grandes esfuerzos por descabezar a las grandes redes delictivas asentadas en la región.

Costa Rica y su puerto de Limón es otro de los lugares más calientes de Latinoamérica a la hora de enviar grandes partidas de cocaína en contenedores hacia Europa y, por consiguiente, hacia España. Su cercanía con los países productores y su rápido acceso al Canal de Panamá suponen una ventaja para los narcos. La presencia de Estados Unidos en la zona ayuda a las autoridades locales.

Por último, el caso del Panamá es particular, pues sus terminales portuarias hacen tanto de puente para la mayor parte de los envíos procedentes de Ecuador y, en algunos casos, también de Colombia, por lo que mucha de la cocaína está en tránsito. Sin embargo, también es un punto de recepción de grandes cantidades de droga que llegan en narcolancha tanto por el Pacífico como por el Atlántico. En el país centroamericano entra en juego la corrupción, un factor completamente clave a la hora de hacer pasar los grandes alijos por las terminales, tanto para su carga como para su recepción y posterior salida a los canales de distribución. “Si no existiese corrupción, tanto en los puertos de salida como en los puertos de entrada, no habría opción de llevar a cabo el transporte de cocaína”. Así lo declaró el jefe del Clan del Golfo en España en el documental ‘Narcogallegos’ que puede verse en la plataforma Movistar Plus+ en España y en todo el mundo a través de streaming en Kanopy.

La filtración de los #NarcoFiles también reveló las nuevas estrategias que, de un tiempo a esta parte, emplean los narcotraficantes para mover la cocaína que entra por los puertos de Europa, ya no solo entre bananas (el ocultamiento más común) sino entre cualquier tipo de mercancía legal. Entre ellas destaca el ataque masivo a los sistemas informáticos de los puertos, bien de forma directa a través de hackers muy especializados, bien mediante la introducción indirecta a través del soborno a personal con accceso a los equipos de cada uno de los puertos.

La investigación desveló las tretas empleadas por un hacker que se introdujo en el puerto de Róterdam por varias vías para obtener los números PIN de los contenedores, tal y como explicó Investigace.cz, medio de la República Checa que lideró esa parte de las pesquisas. El pirata conseguía monitorizar los contenedores que iban a ser objeto de inspección. Otro sistema utilizado es la modificación virtual del origen de ciertos envíos, evitando así que se incluyan en los canales de análisis e inspección.

La lucha contra esa corrupción en los puertos se antoja, pues esencial. Así lo describió a Narcodiario Macarena Arroyo, fiscal antidroga del Campo de Gibraltar. “Una organización que envía nueve toneladas de cocaína no se arriesga a perderlas durante un control, una vigilancia o un posicionamiento. El problema está en la corrupción, que se encuentra, efectivamente, en los puertos. Tienen unas rutas establecidas y tienen capacidad para modificarlas y dirigirse a otros puertos, tienen capacidades logísticas. En ese caso el contenedor estaba en tránsito, iba hacia otro lugar. También disponen de los medios para los desplazamientos posteriores por carretera. Es la logística de una auténtica organización criminal. Pero el problema es la corrupción. Ellos no envían nueve toneladas de cocaína a un puerto si no tienen garantizado y asegurado que van a llegar a su destino”.

Plátanos y cocaína en un puerto de Galicia / UCO
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