Dritan Rexhepi, considerado el líder del cártel internacional de la droga llamado Kompania Bello, fue detenido en las últimas horas en Estambul, ciudad a la que llegó empleando una documentación falsa que le acreditaba como ciudadano colombiano. Dirigía, señalan las autoridades internacionales, uno de los grupos más poderosos del Balkan Cartel, dedicado al envío de cocaína a gran escala desde América del Sur a Europa. ·Fue declarado culpable de homicidio, drogas, y secuestro por las autoridades judiciales de Italia y Albania”, según señala Ali Yerlikaya, ministro del Interior de Turquía. Era buscado a nivel internacional con notificación roja para su extradición por parte de Interpol después de conseguir abandonar una prisión de Ecuador en la que cumplía condena tras ser detenido en su día en la operación Balcanes. Desde el país sudamericano se habría convertido en uno de los mayores capos del mundo, según distintas fuentes.
La ubicación del líder del cartel se determinó como resultado del “trabajo conjunto llevado a cabo por nuestras Direcciones de la Sección de Delitos Antinarcóticos de Estambul, la Sección de Inteligencia, la Sección de Lucha contra el Contrabando de Inmigrantes y los Cruces Fronterizos y el intercambio de inteligencia con la Policía italiana”. Fue capturado en Beylikdüzü, Estambul. Tras el arresto se desarrolló el registro de una lujosa vivienda con la que se le vincula, en la que fueron hallados, entre otros indicios, grandes sumas de dinero en efectivo, relojes de lujo y un arma de fuego con su munición.
“Nuestra lucha contra los narcotraficantes y las organizaciones del crimen organizado seguirá aumentando con determinación”, concluyó el ministro, que felicitó a los agentes por los resultados del operativo.
Se trata de la primera detención de un capo de la droga en el país otomano, lugar que en los últimos meses habían elegido muchos de ellos para refugiarse, en especial tras la caída del supercártel en Dubái en el marco de la operación Dessert Light.
El cartel Kompania Bello, con ramificaciones en Ecuador, el Norte de Europa, Italia y Dubái, suministraba cocaína a varias organizaciones criminales italianas, entre ellas la Camorra. Gran parte de la sustancia con la que comerciaba partía del cartel Norte del Valle, en Colombia, posiblemente aliado con los mexicanos del cártel de Sinaloa. Disponía supuestamente de vías de entrada segura en puertos europeos, ya no solo los de Róterdam y Amberes, sino incluso algunos del Mediterráneo.
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