Una investigación de la Policía Nacional con apoyo del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria sirvió para desmantelar un entramado empresarial que servía para dar cobertura a la llegada de importantes cantidades de cocaína que, entre otros sistemas de ocultamiento, era introducida en las tablillas de los palés de contenedores de piñas que llegaban a España desde Costa Rica por el puerto de Algeciras.

Una vez que la cocaína fue intervenida, los agentes siguieron el rastro del contenedor hasta una empresa de Getafe, en el extrarradio de Madrid. Allí detuvieron a tres personas en un primer momento, y posteriormente a la que presuntamente estaba al cargo de las empresas que generaba para efectuar las importaciones de fruta a sabiendas de que la droga viajaba con ella. La estructura criminal consistía en el empleo de personas vulnerables y sus datos personales para crear las firmas, quedando oculta la verdadera identidad de los responsables.
En el marco de los registros, además, fue intervenida una gran cantidad de dinero en efectivo cifrada en decenas de miles de euros en billetes de distinto valor.
