Que se había extraviado el pendrive incautado en una vivienda de Madrid y atribuido a Carlos Silla se conoció el lunes, pero no fue hasta ayer cuando se supo que la copia digital del mismo aportada a la causa estaba vacía, constando, eso sí, su contenido en papel. Sin embargo, y ante la acusación de manipulación por parte de un perito aportado por la representación del narcotraficante de Vilagarcía, el tribunal se vio obligado a reunirse en privado para tomar una decisión. Ese fue el final de la jornada de este martes del juicio contra la organización criminal presuntamente liderada por el citado Silla, capaz, según el fiscal Antidroga, de coordinar toda una flota de veleros y pesqueros para el transporte de grandes cantidades de cocaína entre Sudamérica y Europa.
La Sección Segunda, con el fin de continuar el plenario con todas las garantías para las partes en litigio, acordó suspender la vista e instó a la Guardia Civil a entregar la copia digital controvertida, cuyo contenido sí está incorporado a autos en papel, para su análisis por parte del mencionado perito. Por ello, la continuación del juicio, que estaba prevista para este miércoles, queda fijada para el próximo lunes, cuando se espera el testimonio, si así lo considera oportuno, del principal acusado.
Entre las periciales que se desarrollaron antes de la que causó la suspensión destacó la efectuada al teléfono de Oswaldo T., considerado notario de la organización dueña de la cocaína que fue detenido tras desembarcar de una de las narcolanchas que recogió la cocaína en el velero Benirrás en marzo de 2020. Del mismo fueron extraídos datos que apuntan a la relación entre Oswaldo y Humberto G., que cumple condena en Portugal tras ser detenido junto a Silla con 5,2 toneladas de cocaína en otro velero (lo que apuntalaría la relación entre ambos), así como referencias al Pegasus Blue, otro barco relacionado con la organización.
También compareció el guardia civil que se subió al Buque Oceanográfico Ángeles Alvariño el día en el que un robot submarino localizó y analizó el pecio del Benirrás, presuntamente hundido ante costas de A Guarda tras entregar las cuatro toneladas de cocaína a las dos lanchas que acabaron siendo intervenidas. Este agente confirmó que de las imágenes obtenidas se puede concluir que el pecio encontrado es el que buscaban, si bien sus argumentos fueron rebatidos por la defensa.
La sesión de este martes, periciales aparte, acogió el relato de varias personas relacionadas con el puerto de Portonovo y empresas que trabajaban allí, que ratificaron la relación entre Carlos Silla y el Benirrás, tal y como avanzó el día anterior el instructor de la causa. «El que se presentó como capitán del barco era Carlos», dijo uno de los responsables de algunas de las reparaciones efectuadas en el velero meses antes de su partida hacia altamar. «El que nos iba diciendo lo que había que hacer era Carlos». El mismo testigo reconoció entre «ocho o diez fotografías» a Carlos Silla en una diligencia efectuada a tal efecto por la Policía Nacional, lo que sirvió para acreditar su testimonio y el relato vertido por fiscal e investigadores.
La documentación contable, en formato Excel, encontrada en el pendrive que se perdió durante la fase de Instrucción atribuido a Carlos Silla, detalla que el narcotraficante afrontó gastos de unos 630.000 euros solo entre enero y marzo de 2020, dinero relacionado con el Benirrás, barco que supuestamente transportó los 4.000 kilos de cocaína desde Sudamérica, y también con otros gastos relacionados con otras tripulaciones. Se trata, en todo caso, del archivo controvertido, dado que su copia digital no está en autos, lo que provocó la suspensión de ayer.
