Efectivos de la Dirección General Nacional de Seguridad (DGSN) de Marruecos, en una operación desarrollada por las unidades de Vigilancia Territorial en coordinación con el Escuadrón de lucha contra la delincuencia de la wilaya de Casablanca, efectuaron una nueva aprehensión de hachís destinada a los mercados occidentales.
En concreto, los agentes decomisaron 2,4 toneladas de droga, evitando así su salida al mar, probablemente por alguna de las zonas costeras del Atlántico. La mercancía clandestina se hallaba en fardos de arpillera y pertenecía a un mínimo de dos grandes grupos criminales, a tenor de las inscripciones en el exterior de los mismos.