Cae Urfi Centinkaya, el gran capo de la heroína de nuestro tiempo

Autoridades turcas han detenido al histórico líder mafioso en una vivienda de Estambul / Le atribuyen el contrabando de más de una tonelada de cocaína / Interpol le buscaba por varias causas pendientes, entre ellas en España / Construyó varios colegios, institutos y hasta un hospital que donó al Estado en un intento por lavar su imagen
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La Policía de Turquía, por medio de sus especialistas contra el tráfico de sustancias estupefacientes con base en Estambul, detuvieron en las últimas horas a Urfi Cetinkaya, alias Topal (El Paralítico, en español), considerado por las autoridades europeas como el gran referente del contrabando de heroína a gran escala en el Viejo Continente. Con dos notificaciones rojas para su arresto en el marco de Interpol desde hace tiempo, se desconocen los motivos por los que ahora sí, y no hace ya tiempo, las autoridades de Ankara han decidido ponerle tras las rejas. El capo, considerado el máximo exponente de la red criminal desmantelada en España en 1999 en el marco de la histórica operación Carro, estaría detrás del envío de constantes alijos de la droga turca por excelencia en alianza con traficantes iraníes que, a su vez, obtendrían la mercancía en las zonas de producción de Afganistán.

Los agentes acudieron al domicilio de Cetinkaya, que no debía esperar ser detenido a sus 74 años y cuando lleva tiempo colaborando en numerosas actividades en beneficio de la comunidad turca en un intento por lavar su nombre. Vinculado en varias ocasiones con distintas facciones del poder político de su país y acusado en su momento de sobornar a miembros de la propia fiscalía para evitar uno de los procesos contra su persona, sufragó los gastos para la construcción de varios centros escolares, institutos incluidos, así como un centro hospitalario, todo ello bajo el nombre de uno de sus hijos, Orfi Cetinkaya.

La custodia del sospechoso / Policía de Turquía

Fuentes policiales del país turco aseguran que el capo ya ha sido informado de los hechos que se le atribuyen y que será condenado por ello a 24 años de prisión según el marco legal vigente en aquellas latitudes. El libro Traficantes de la muerte. De la Heroína al Fentanilo (Catarata, 2020) firmado por Víctor Méndez hace un completo recorrido por la trayectoria narcocriminal de Cetinkaya en España, desde su primera detención en 1991 hasta su huida y su relación directa con la operación Carro, el mayor golpe a las redes turcas de distribución de esta droga en la Península Ibérica, con fuertes vínculos en la provincia de Pontevedra (Galicia), donde se efectuaron varias de las detenciones, y en Portugal, lugar de origen de uno de sus principales socios en la región, alias El Enano. 

Alias El Paralítico destacó, además, por su lucha psicológica contra el que era juez estrella contra el narcotráfico en su momento, Baltasar Garzón. Así, tras escaparse del país justo cuando debía ser juzgado por su arresto de 1991, comenzó a enviar alijos a distintos puntos con mensajes para la Policía Nacional y para el propio juez, sabiendo que al menos parte de ellos iban a ser intervenidos.

Urfi, tras ser detenido / Policía de Turquía

En el año 2000 fue detenido en su país tras la petición de autoridades españolas, pero consiguió maniobrar para volver a librarse de una larga estancia en prisión, lo mismo que unos años después, donde consiguió esgrimir motivos de salud para eludir la cárcel. 

Urfi Cetinkaya estuvo policialmente vinculado al golpe de estado de 1980 en Turquía. Años después, en 1988, acabó postrado en una silla de ruedas tras un encuentro con las autoridades en su país. El negocio de la heroína fue su vida, y a partir de entonces comenzó sus periplos por distintos países, especialmente España, donde tejió una extensa red de colaboradores, algunos de ellos compatriotas suyos y otros españoles. La Policía sitúa a alias El Limonero, detenido hace escasos meses, como otro de sus hombres de confianza en el país. 

El traslado del detenido / Policía de Turquía

Las autoridades turcas le atribuyen en este momento varios alijos, la mayor parte de ellos de heroína, que suman más de una tonelada, pero también de morfina y de otras sustancias, por las que le imponen la citada condena de 24 años de prisión.

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