Un operativo conjunto de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado con competencia en Gijón (Asturias, España) sirvió para la detención de un presunto polizón que pretendía introducir en el territorio continental un alijo superior a los 100 kilos de cocaína que logró colar en el mercante Iraklis, de bandera liberiana, que llegó a Europa procedente de Sudamérica.

La detención del sospechoso se produjo tras la alerta del capitán del mercante, que había partido de Barranquilla, en Colombia, tras un periplo previo por Brasil y Venezuela. La alarma puso en movimiento a las autoridades españolas, que localizaron varios fardos de droga en la embarcación.