La situación en cuanto a la seguridad en el Campo de Gibraltar es insostenible. El último ejemplo de ello lo han sufrido directamente los agentes de Vigilancia Aduanera, que, en plena persecución, tuvieron problemas mecánicos con su embarcación y fueron objetivo de un brutal ataque de un grupo de personas que, desde la playa de Levante del territorio de competencia británica, comenzaron a lanzarle piedras de gran tamaño dirigidas a sus rostros.

Los hechos se produjeron en la madrugada de este jueves, sobre las 5.00 horas, cuando el patrullero decidió desplegar a la lancha de menor tamaño para iniciar la persecución a una ‘goma’ que aparentemente transportaba tabaco de contrabando. En aguas cercanas a la famosa verja de Gibraltar, la embarcación de Aduanas se queda sin motor y, fruto de la inercia y el estado del mar, acaba varada en la citada playa gibraltareña.

A partir de ese momento, un grupo de personas, presuntos miembros de una de las collas encargadas de recoger mercancía ilícita en el entorno, rodearon a los dos funcionarios y empezaron a lanzarles piedras de gran tamaño, algunas de más de 20 centímetros y tres kilos de peso. Tras sufrir múltiples golpes y heridas, los agentes consiguieron reflotar a duras penas la embarcación y, usando los remos, ponerse a salvo en el patrullero, mar adentro. Uno y otro sufren fracturas de diversa consideración y cortes que precisaron sutura.
En vista de la situación, el patrullero de Vigilancia Aduanera pidió auxilio a las autoridades gibraltareñas, que acudieron al lugar y se interpusieron entre los atacantes y los funcionarios. Su apoyo fue importante, si bien las víctimas tuvieron que sacar de la playa su embarcación mientras estaban heridos y por sus propios medios.
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