En la madrugada de este martes, la Unidad de Policía Económico-Financiera de la Guardia di Finanza de Bari incautó alrededor de una tonelada de cocaína transportada por un barco mercante que desembarcó en el puerto de Savona (Italia), hallazgo realizado al mismo tiempo que uno casi idéntico en el puerto de origen, Santos (Brasil), tal y como informó en primicia Narcodiario.
Durante las investigaciones, tras pruebas de investigación específicas, el 2 de enero, los financistas de la capital de Apulia – tras una búsqueda por iniciativa propia en un apartamento utilizado como B&B en el municipio de Celle Ligure (SV), donde los traficantes habían almacenado el estupefaciente llegó al puerto de Savona- se había procedido al decomiso de más de 3,5 quintales de cocaína, con la consecuente detención en flagrancia de cuatro personas de nacionalidad albanesa responsables del tráfico ilícito. El resultado de esta actividad fue comunicado al Ministerio Público, de Savona quien inició las indagatorias correspondientes.
Investigaciones posteriores permitieron adquirir información sobre el arribo al puerto de Savona de otro buque mercante, con pabellón de Hong Kong, que zarpó del puerto de Santos en Brasil el pasado 30 de diciembre y que supuestamente transportaba otro gran cargamento de cocaína, destinado a la organización criminal italiana/albanesa bajo investigación.
Por lo tanto, las llamas amarillas de Bari del Grupo de Investigación del Crimen Organizado han establecido un dispositivo de contraste adecuado con la ayuda, en relación con las operaciones que se llevarán a cabo incluso en el mar, de unidades aéreas y navales de la Guardia di Finanza del Aeronavale.
En la mañana del 17 de enero, tras la llegada al puerto de Savona del citado buque mercante, vigilado por aeronaves del Cuerpo desde su entrada en el Estrecho de Gibraltar, los militares operativos procedieron a inspeccionar la parte sumergida del casco del buque. La actividad, llevada a cabo por los buzos de la Sección de Operaciones Navales de Savona, permitió encontrar e incautar 741 paquetes de cocaína, empacados en 26 envoltorios de celofán, hábilmente escondidos en los “grifos de mar”, zona para la entrada de agua y refrigeración de los motores de la embarcación, para un peso total aproximado de una tonelada. El escondrijo es exactamente el mismo que el que hallaron autoridades brasileñas en otro barco de celulosa en el puerto de Santos el mismo día.
