La operación policial desarrollada en las últimas horas en zonas turísticas de Cartagena de Indias de la que informó en primicia Narcodiario tenía como principal objetivo la detención de Alexis Murillo, alias Toyota, un objetivo de alto valor para las autoridades colombianas y para la DEA de Estados Unidos, país que le reclama en extradición por tráfico internacional de cocaína a gran escala.
Toyota, que se mostró sonriente tras su caída, está considerado uno de los narcotraficantes más importantes de Colombia, presunto líder de la organización heredera del cártel del Norte del Valle, grupo criminal que siguió los pasos del mítico cártel de Cali. Junto a él fue detenido alias Beto, ubicado en Pereira, considerado el nexo del anterior con los cárteles mexicanos y también con los grupòs criminales afincados en Guatemala. Beto tendría en su momento relación directa con Luis Caicedo, Don Lucho, asesinado en Bogotá hace algo más de un año, e incluso con grupos terroristas como Hezbollah, según medios locales de Colombia.
El apelativo de Toyota vendría dado, entre otras cuestiones, por los logotipos empleados por su red criminal para marcar los paquetes de cocaína, con el sello del citado coche japonés, aunque también usaría la firma de Nike.
Sobre el operativo de su detención, encaminado a su extradición a Estados Unidos, destacó su escaso interés por pasar desapercibido, según relataron algunos de los testigos, pues el capo estaría abonando consumiciones de bar a numerosas personas que se hallaban en las inmediaciones, al más puro estilo de lo que hacían los narcos de los años 80 y 90 del siglo anterior, ya no solo en Colombia, sino también en España.