El puerto de Guayaquil se ha convertido en la principal lanzadera de cocaína a nivel global. Así lo adelantó en meses pasados Narcodiario, que explicó que el tráfico de drogas ha elevado hasta el infinito la inseguridad ciudadana en toda la región.
Tras la finalización de 2022, las autoridades ecuatorianas y, en concreto, la Policía Nacional y la Dirección Antinarcóticos, apuntan que han sido incautadas 201 toneladas de estupefacientes en el país, la mayor parte clorhidrato de cocaína y, en un porcentaje muy elevado, en las terminales portuarias de la citada ciudad del Pacífico que, en paralelo, se ha convertido en una de las más peligrosas del mundo.
Junto al tráfico de drogas y como consecuencia de la presencia de las mafias del crimen organizado en Guayaquil, se han registrado innumerables crímenes de sangre de difícil resolución ante el inmenso tejido narcocriminal arraigado en la ciudad ecuatoriana.
Como ejemplo más reciente destacan las 3,9 toneladas de cocaína intervenidas en plenas Navidades en un centro de acopio de Manabí. Esta clase de enclaves sirven de puntos intermedios antes de la salida de la droga hacia el mar, en el 90 por ciento de los casos en el interior de contenedores marítimos y oculta entre mercancía legal en el puerto de Guayaquil.
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