Una operación conjunta entre la Guardia di Finanza y la ADM con competencias en el puerto de Livorno (Italia) sirvió para detectar e incautar un nuevo alijo de cocaína que llegó al país en un barco procedente de América del Sur.
En concreto, el alijo se halló en un contenedor refrigerado que transportaba bananas, impidiendo así su paso a los canales clandestinos europeos. El oportuno pesaje arrojó una cifra de 180 kilos de cocaína que pasaron a custodia policial.