Los países de África Occidental se han convertido, de un tiempo a esta parte, en lugares privilegiados para el tránsito de importantes cantidades de cocaína desde Sudamérica (Brasil, principalmente, por su proximidad geográfica) y Europa. El último ejemplo de ello han sido los 4.000 kilos de cocaína incautados por autoridades de Guinea Conakry a 30 millas de sus costas merced a una información suministrada por la Policía Nacional española y las fuerzas de seguridad francesas.
El operativo, que se produjo hace escasas fechas, sirvió para detener a siete personas a bordo del barco pesquero que transportaba la mercancía, que se transportaba en fardos y en mochilas impermeables para evitar que la cocaína sufriese desperfectos en la travesía marítima.
El destino de la cocaína era, con toda probabilidad, el mercado europeo, cuyas autoridades investigan a los grupos criminales que pretenderían recibirla.