Las aguas de Reggio Calabria, al Sur de Italia, zona dominada por la ‘Ndrangueta y con amplia presencia de redes de narcotráfico procedentes de Albania, entre otros países, recibieron la presencia de la flamante patrullera Osum de la Guardia di Finanza, azote de las embarcaciones que pretenden alcanzar el país con drogas, que pasó por el puerto de Bari.
Es el barco de la Guardia di Finanza que está equipado con un sistema de propulsión diésel-eléctrico que le permite patrullar largas distancias durante al menos 15 días continuos (autonomía de al menos 2000 millas náuticas a 18 nudos), con reducido emisiones nocivas para el medio ambiente. Se instalan dos motores diésel de propulsión principal, flanqueados por motores eléctricos reversibles de 270 kw cada uno; Dichos propulsores pueden actuar como motores de propulsión de patrulla o, alternativamente, proporcionar energía eléctrica para aumentar la potencia general a altas velocidades. El Osum es un barco de acero de unos 60 metros de eslora, 9,5 metros de manga y tiene un calado de 3,5 metros.
Las autoridades siguen invirtiendo millones de euros en tecnología para poder frenar, al menos en parte, los ímpetus de las mafias del narcotráfico de todo el mundo.