Una red de Los Balcanes producía marihuana a gran escala en Alicante

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Una operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil en el Este de España se saldó con la caída de una red criminal de origen serbio afincada en Alicante, Crevillent y Elche dedicada al cultivo de marihuana a gran escala para su envío a Los Balcanes en vehículos de alquiler, desde donde se distribuía al resto de Europa.

La operación Dekrol se inició en marzo del pasado año cuando los agentes detectaron la presencia de varias personas de origen serbio que ostentaban un gran nivel de vida en las citadas ciudades de Alicante.  Comprobaron que no tenían trabajo conocido en España y algunos tenían antecedentes por tráfico de drogas, por lo que comenzaron a investigar a todos los integrantes. Se pidió la colaboración de las policías de Serbia y Polonia y así se confirmó que muchos tenía antecedentes por delitos similares a los primeros investigados.

Uno de los cabecillas fue detenido en abril de 2021 en Crevillent al descubrir un cultivo indoor de marihuana y su arresto permitió averiguar datos sobre la organización investigada. Este jefe ingresó en prisión preventiva pero varias semanas más tarde pudo ser excarcelado tras pagar la fianza que le impuso el juzgado. Lejos de alejarse de la actividad criminal, la aumentó aún más y alquiló naves industriales de varios polígonos de la provincia con el fin de instalar nuevas plantaciones de cannabis sativa.

Los agentes estaban en fase de investigación cuando se precipitaron las detenciones tras declararse un incendio fortuito en una de las naves, situada en la localidad de Maitino, en Elche. Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional llevaron a cabo el pasado 24 de mayo ocho registros simultáneos, cinco en naves industriales de Alicante, Elche y Crevillent y otros tres en domicilios de la capital alicantina.

Los investigadores intervinieron en los registros 3.348 plantas de cannabis sativa en diferentes estados de floración, 30 kilos de cogollos envasados al vacío, tres grupos electrógenos industriales valorados cada uno en más de 40.000 euros, elementos para la instalación de cultivos indoor, abundantes documentos públicos falsificados como pasaportes, 1.055 euros en metálico, tres vehículos de gama media y un camión cisterna de una capacidad aproximada de 6.000 litros. La valoración total de los efectos intervenidos sobrepasa los 600.000 euros.

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