Los 1.470 kilos de cocaína incautados en una operación conjunta de la Polícia Judiciária de Portugal, la Marinha y la Força Aérea del país luso, con el indispensable apoyo internacional de la DEA y de agencias de Inteligencia de Reino Unido, llegaron al puerto de Lisboa en el marco de importantes medidas de seguridad. La droga llegó junto al velero y los dos detenidos, un italiano y un venezolano que habrían partido de Sudamérica en dirección a Europa con el alijo.

El rotativo portugués Jornal de Noticias asegura que el destino final del velero serían las costas de Galicia, al Noroeste de España, donde la cocaína iba a ser descargada a través de lanchas rápidas. Autoridades de las fuerzas actuantes presentaron el cargamento, valorado en unos 60 millones de euros, y pusieron a los investigados a disposición judicial.
