Procedente de Ámsterdam, cuna del narcotráfico en general y de la heroína en particular en Europa, un pasajero llegó al aeropuerto de Bilbao denotando una inusual sensación de nerviosismo. Así lo percibieron los agentes de la Guardia Civil y del Servicio de Vigilancia Aduanera con competencias en la infraestructura, que le identificaron para un interrogatorio.
En el marco del mismo, el individuo confesó que llevaba una importante cantidad de heroína en forma de bellotas envueltas en plástico en el interior de su organismo. Por ello, y ya bajo custodia, fue trasladado al Hospital, donde expulsó 132 bellotas de droga con un peso de más de 1,5 kilos.
Los correos aéreos de la droga, ya sea mediante el sistema de maletas o con la droga tragada, como en este caso, suponen un grave problema para la salud pública. También, al mismo tiempo, los propios correos de las sustancias ponen en serio peligro sus vidas, pues la rotura de una de esas bellotas sería mortal para ellos.
