Pilotos gallegos al volante de narcolanchas en el Estrecho

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La imparable escalada del tráfico de drogas a nivel mundial y, en concreto, el boom del hachís en el Sur de España, ha generado un
escenario en el que quienes no tienen escrúpulos a la hora de lucrarse a costa de la salud de los demás extienden sus tentáculos. En ese tablero de juego, no son pocos los criminales que un día se iniciaron al servicio de los antiguos clanes de las Rías Baixas, en el Noroeste del país, los que se han ‘desplazado’ al Sur para ganar dinero fácil y rápido.

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Para ello, existen dos esquemas de negocio ilícito predominantes. El primero, el que se ha puesto sobre la mesa en las últimas semanas con la doble operación de las fuerzas de seguridad: la fabricación y venta de narcolanchas, con beneficios alrededor de 100.000 euros por cada embarcación puesta en el agua. El segundo requiere pericia y experiencia en el mar. Expertos pilotos de planeadoras (el ejemplo más cercano, el grovense Francisco Javier Otero Magdalena, detenido y encarcelado en el operativo de esta semana) se ponen al servicio de grupos criminales con bases en el Sur de España (Campo de Gibraltar o Huelva) o en el Norte de África (Marruecos) para dirigir las ‘gomas’ de tres motores y doce metros de eslora -el estándar en el Estrecho- hacia los puntos de descarga en playas andaluzas, portuguesas o del Levante español.

«Es frecuente ver a pilotos de planeadoras gallegos operando en el Sur de España, y eso a la inversa no se ha hecho jamás». Laura Rebollo, jefa del Servicio Aeronaval de Vigilancia Aduanera, destaca así el resultado de las más recientes investigaciones del organismo dependiente de la Agencia Tributaria. Unas condiciones de navegación muy favorables, en comparación con las que se dan en Galicia y en el Atlántico, con mar en relativa calma y clima seco, se convierten en escenarios muy sencillos para personas con gran experiencia en teatros de operaciones muy distintos, los del Norte, con temporales y, en la fase final, bateas que sortear para alcanzar las playas con los alijos.

«Los grupos de narcotraficantes gallegos son los que tiene más experiencia, en contraposición con los que podemos ver en el Sur de España, que muestran menos compromiso, menos seriedad». Alberto Morales, jefe de Cocaína de la Brigada Central de Estupefacientes, marca así diferencias entre unas y otras organizaciones y explica el interés de los narcos que operan el Sur por los servicios de los gallegos, muy bien pagados por cada uno de los viajes que realizan entre África y Europa.

En el operativo de esta semana, saldado con una veintena de arrestos (16 según el delegado del Gobierno, José Miñones, al menos cuatro más en el global), fueron capturados tres pilotos de planeadoras. Junto al ya mencionado grovense destaca la caída alias O Rubio, afincado de Barro, de cuyas andanzas sabían bien sus vecinos (no se esforzaba por ocultar sus dedicaciones ilícitas), pero estos dos no son los únicos: al menos uno más está en los calabozos. «Los gallegos están modificando sus rutas y cada vez alternan más el tráfico de cocaína con el tráfico de hachís». Así lo asegura Santos Bernal, actual jefe operativo antidroga de la Policía Nacional en Andalucía, gran conocedor de la materia.

Los riesgos que corren los que se aventuran a travesías marítimas para el transporte de drogas lejos de los ojos de las autoridades son mayores en Galicia, pero el gran movimiento de embarcaciones que se da de un tiempo a esta parte en el Sur de España hace que el Estrecho sea igualmente peligroso. Un ejemplo de ello tuvo como protagonista al mencionado Francisco Javier Otero Magdalena a
comienzos de 2021. Fuentes de Vigilancia Aduanera señalan que era la persona que dirigía la narcolancha que sufrió un brutal accidente en el marco de una persecución en el Campo de Gibraltar. La embarcación Águila de la Agencia Tributaria embistió por detrás a la ‘goma’ que patroneaba el grovense, con el resultado de la muerte de un presunto narcotraficante de La Línea de la Concepción que viajaba junto al gallego. Otero Magdalena fue rescatado, detenido e imputado por un delito de contrabando, pues la lancha en la que huía fue incautada sin droga.

En cuanto al operativo del martes, la principal novedad será el paso a disposición judicial de los detenidos a lo largo de la jornada de hoy. El delegado del Gobierno, José Miñones, destacó ayer la «excelente labor en la sombra» de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. A las detenciones mencionadas y los registros realizados en Vilanova, Caldas (donde se hallaron las narcolanchas), O Grove, Moaña, Ponteareas, A Lama, Barro, Vilagarcía, A Illa de Arousa y Cambados, así como en astilleros portugueses, se unirán más actuaciones: el Grupo II de la Udyco de la Comisaría y el Edoa de la Comandancia seguirán tirando del hilo. Por ahora ya han logrado vincular a algunos de los detenidos con alijos que suman 1.620 kilos de hachís.

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