Durante un control en el puerto de Róterdam, el Harc Team de la Aduana incautó un envío de 600 kilos de cocaína. El valor de calle del lote es de 45 millones de euros de un alijo que llegó a Europa entre una carga lícita de zapatillas de casa.
La droga estaba escondida en 18 ejes deportivos detrás de las puertas de un contenedor cargado con pantuflas. El contenedor procedía de Nicaragua y llegó a Róterdam a través del puerto de Panamá. Las zapatillas estaban destinadas a una empresa de Róterdam. La empresa probablemente no tiene nada que ver con el contrabando.
En una segunda operación que tuvo lugar el martes 29 de marzo, la Aduana encontró 336 kilos de cocaína en el Puerto de Róterdam durante un control. Los paquetes de estupefacientes estaban escondidos entre un cargamento de plátanos. El contenedor con las bananas procedía de Perú y fue cargado en Ecuador en un barco con destino a Róterdam. Los plátanos estaban destinados a una empresa en Alemania. Esta empresa parece no tener nada que ver con el contrabando.
El equipo HARC, una colaboración de Aduanas, FIOD, Policía Portuaria y el Ministerio Público que ahora tiene 26 años, está investigando más a fondo ambos casos. Desde entonces, las drogas han sido destruidas.
