Entre el 14 y el 18 de abril, la fragata de vigilancia marítima francesa Floreal, bajo mando de la operación Atalanta, llevó a cabo cuatro operaciones antidroga de modo consecutivo, en el transcurso de un patrullaje antipiratería en aguas internacionales. La incautación sumó cerca de 1.400 kg de heroína, 1.200 kg de metanfetamina y 25 kg de hachís, con un valor aproximado de entre 50 y 60 millones de euros a gran escala, y unos 200 millones de euros en venta al menudeo (236 millones $) (según datos de la UNODC, Organización de Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen Organizado).
Mientras el incremento en el número de consumidores en África se estima en un 40% para 2030, según la UNODC, estas cuatro operaciones antidroga en apenas cinco días, concentradas frente a las costas de Somalia, Kenia y Tanzania –un hecho sin precedentes en la zona- demuestran que la lucha contra el narcotráfico es más necesaria que nunca.
Con el acrecentamiento del uso de las rutas marítimas, la misión antidroga de Atalanta se relaciona íntimamente con su misión principal antipiratería, ya que los antiguos piratas mantienen su capacidad de acción mediante la participación en actividades criminales, muchas veces en beneficio de organizaciones terroristas. Gracias a estas acciones, Atalanta contribuye a impedir la operatividad de las redes criminales, así como de organizaciones que operan con violencia extrema en una amplia franja del este de África, desde Mozambique hasta el norte de Somalia.
La Unión Europea, a través de la Operación Atalanta, seguirá en su firme compromiso con la seguridad marítima en la zona del océano Indico occidental y en el Mar Rojo. Actuando contra las organizaciones criminales en el espacio marítimo, Atalanta refuerza su posición como garante de la libertad de navegación para la industria marítima, monitorizando y protegiendo el tránsito de embarcaciones de carácter comercial, pesquero, energético o humanitario en el área.
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