Las Fuerzas Armadas de Venezuela mantienen una intensa actividad a lo largo de las zonas en las que el país bolivariano hace frontera con Colombia. Uno y otro territorio están completamente desbordados por el problema de la producción y el tráfico de cocaína, si bien los altos representantes venezolanos, como Domingo Hernández, señalan con el dedo a lo que llaman TANCOL, siglas con las que se refieren a los grupos criminales colombianos que, según detallan, cruzan la frontera para instalar sus laboratorios de procesado de cocaína en zonas ocultas venezolanas.
Así, y en las últimas horas, la Guardia Nacional Bolivariana ha efectuado un carrusel de operaciones en distintos puntos, saldadas todas ellas con la destrucción de estructuras artesanales para la transformación de coca, paso previo al envío de la droga, ya en forma de cocaína, a las zonas marítimas para su salida hacia Europa y Estados Unidos.
De tal modo, los venezolanos anunciaron la erradicación de varios de esos puntos con todos los sistemas necesarios para el procesado de la droga. Los miembros de la GNB plantaron fuego a dichas estructuras sobre el terreno.
Por otra parte, y en paralelo, otras unidades de la Guardia Nacional Bolivariana incautaron media tonelada de cocaína ya procesada y en forma de paquetes de un kilo, todo ello en el área de Falcón, tradicional punto de partida de alijos hacia el mar.
El actual estado del negocio ilícito a nivel global hace que la demanda de estupefacientes sea bestial en todo el mundo.
