Este martes 15 de febrero, la Policía Federal de Brasil lanzó dos operativos simultáneos con el objetivo de desmantelar organizaciones criminales enfocadas en el tráfico internacional de drogas y lavado de dinero. En la misma participaron la SENAD de Paraguay, la DEA y la Guardia Civil de España, lo que muestra la dimensión de las redes objeto de investigación.
En Brasil, cerca de 200 policías federales, además de miembros del MPF y auditores fiscales, participan en los dos operativos en los que se ejecutan un total de 86 órdenes judiciales, emitidas por el 5° y 10° Juzgado Penal Federal de Río de Janeiro.
Las investigaciones, que han durado cerca de 18 meses, destaparon la existencia de un grupo responsable de la adquisición de drogas en países productores (Bolivia y Colombia), la internalización de estupefacientes, la logística de transporte y almacenamiento en el territorio nacional y también la exportación de productos ilícitos al mercado europeo.
En total, durante la investigación se incautaron más de 8 toneladas de cocaína, tanto en Brasil como en Europa, destino final del estupefaciente. Además, se recaudaron más de R$ 11 millones de delincuentes, aún en fase secreta, antes del estallido.
En el ámbito internacional, con la participación de la DEA (Drug Enforcement Administration) y EUROPOL, las autoridades brasileñas y extranjeras actuaron en franca cooperación, optimizando los resultados alcanzados contra el grupo criminal. El nombre de la operación hace referencia a una de las formas de lavado de dinero de la organización criminal, que es la adquisición y comercialización de caballos de carrera.
Como parte de la operación BRUTIUM, paralela a la anterior, policías federales cumplieron 19 órdenes de arresto y 17 órdenes judiciales de allanamiento y secuestro, emitidas por el 10º Juzgado Penal Federal, en los estados de Río de Janeiro, Santa Catarina y São Paulo. La investigación, que comenzó hace dos años, tiene como objetivo combatir el tráfico internacional de cocaína realizado por miembros de una organización criminal internacional, que se alió con las dos facciones más grandes de Brasil para enviar cocaína desde Bolivia y Perú a varios países de Europa.
El trabajo de investigación, que contó con la colaboración de las fuerzas de seguridad de Francia, Marruecos, Bélgica, España, además de la agencia antidrogas estadounidense, la DEA (Drug Enforcement Administration), reveló la acción de integrantes de un grupo criminal que opera en América Central y Europa en territorio nacional, y resultó en la incautación de más de 2 toneladas de cocaína en Brasil, Europa y África, y R$ 3,5 millones.
El nombre de la operación hace referencia a miembros de la organización criminal No Limit Soldiers, originaria de Curazao, en el Caribe, y con ramificaciones en otros países de Centroamérica y Holanda, compuesta en su mayoría por narcotraficantes.
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