El SUNAD de la Guardia Nacional Bolivariana de Venezuela acaba de anunciar el desenlace final de la operación Febrero Rebelde, saldada con un éxito, según explicó el superintendente Antidrogas del país, Richard Vargas. En total, fueron incautadas más de ocho toneladas de coca en un área fronteriza entre el país y el vecino Colombia, aún en suelo venezolano.
El operativo se desarrolló tras laboriosas investigaciones, pues el lugar en el que se hallaba la droga, que incluía una gran zona de cultivo y un narcolaboratorio, era “de difícil acceso desde Venezuela y de fácil acceso desde Colombia”. Por ello, atribuyen la infraestructura a presuntos narcos del país vecino, “Tancol”, como les denominan.
Entre los hallazgos destacó un completísimo laboratorio con todo lo necesario para el procesado de la hoja de coca y su conversión en pasta. En el lugar se incautaron más de 4.700 kilos de pasta base de coca, además de clorhidrato de cocaína.
El segundo punto caliente del operativo tuvo lugar en las inmediaciones, donde los uniformados venezolanos detectaron hasta 31 hectáreas de plantaciones de arbustos de coca y erradicaron 341.000 plantas, otras 3,4 toneladas de droga que fueron retiradas del mercado ilícito.
En concreto, y dentro del municipio Jesús María Semprún, en el estado de Zulia, la GNB anuncia la incautación de 8.058 kilos de sustancias estupefacientes.