A las puertas de Europa, en Turquía, los agentes de la Turk Polis incautaron un gran cargamento de sustancias estupefacientes que incluyó más de 100 kilos de skunk, cinco kilos de hachís y 16 kilos de metanfetamina, esta última impregnada en bobinas de hilos.
Una vez más, la actuación del perro adiestrado resultó esencial para la intervención de las sustancias, que serán enviadas a lugar seguro para su destrucción. El alijo se halló en Kocaeli, punto habitual de tráficos ilícitos en la región.
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