Uno de los máximos cabecillas de las disidencias de las FARC en Putumayo, alias Cuca, se entregó al Ejército de Colombia después de sufrir heridas en el marco de un enfrentamiento con una facción rival por el control territorial de la región. Los uniformados le practicaron primeros auxilios antes de detenerle y ponerle a disposición de las autoridades.
El ahora arrestado era, según las autoridades colombianas, una pieza clave en la lucha armada ilícita en Putumayo, pero especialmente en el control de las rutas de la cocaína que transcurren a través del río Caquetá y hacia Brasil, desde donde parten grandes cargamentos hacia Europa. Se trata, por lo tanto, de un importante golpe al narcotráfico y al terrorismo en esa región de Colombia, una de las más azotadas por ambas lacras.
