Durante varios controles esta semana, el equipo HARC de la Aduana incautó tres envíos de cocaína en los puertos de Rotterdam y Vlissingen. En total, se trata de 150 kilos con un valor en la calle de más de 11 millones de euros.
El primer lote de cocaína fue escondido a bordo de un barco de frutas en el puerto de Vlissingen. En la bodega del barco se encontraron cuatro chalecos de contrabando llenos de cocaína. Los chalecos de contrabando se fabricaron con chalecos de seguridad que se usan en la zona portuaria. Presuntamente, los chalecos de contrabando tenían que usarse para sacar las drogas del barco. En total fueron incautados 42 paquetes de cocaína con un peso de 22 kilogramos.
En el puerto de Rotterdam, los funcionarios de Aduanas encontraron estupefacientes en la construcción de dos contenedores refrigerados. Los contenedores estaban cargados con bananos de Ecuador. La fruta estaba destinada, a través de una cámara frigorífica en Rotterdam, a una empresa en Alemania. Los contenedores vacíos estaban destinados a un depósito vacío. Las drogas probablemente tuvieron que ser retiradas de la empresa de limpieza, o cerca. En la construcción de los contenedores frigoríficos fueron encontrados 65 y 63 kilos de cocaína.
El equipo HARC, una asociación de Aduanas, FIOD, la policía portuaria y el Ministerio Público en Rotterdam, está investigando más los casos. Los destinatarios de los contenedores y mercancías mencionados no parecen tener nada que ver con el contrabando. Desde entonces, las drogas han sido destruidas.
