La Dirección General Nacional de Seguridad (DGSN) de Marruecos ha interceptado tres camiones que portaban más de media tonelada de hachís en diversos habitáculos en las inmediaciones del Puerto de Tánger, el principal del Norte del país.
La droga estaba oculta en zonas de difícil acceso con el objetivo de hacer saltar todos los controles aduaneros, algo que, en esta ocasión, no consiguieron los narcotraficantes.
El destino de las sustancias estupefacientes era Europa, a donde pretendían transportar la droga por un camino distinto al habitual. En lugar de las narcolanchas, las mafias del hachís intentar colocar mercancía ilícita en vehículos que parten en barco hacia España, y de ese modo superar la vigilancia marítima de autoridades.
La gran producción de hachís que se da actualmente en Marruecos unida al aumento del consumo en Europa hace que cada vez sean más los intentos de transporte de drogas en la región.