El Ejército Nacional y la Policía incautaron un poderoso arsenal de explosivos, abundante material de guerra y comunicaciones, los cuales iban escondidos en un camión que transportaba frutas. Según las primeras informaciones, pertenecería al Frente de Guerra Oriental, del ELN.
La operación se llevó a cabo en el municipio colombiano de Sácama, donde las tropas, mediante un control nocturno y posterior registro e inspección al vehículo, incautaron más de 49.000 unidades de munición calibre 7.62 milímetros para fusil AK-47, cerca de 900 detonadores eléctricos, 604 artefactos explosivos improvisados, dos visores nocturnos, 10 radios de comunicaciones y 10 sistemas para encriptar comunicaciones. Este material sería empleado para fortalecer y cometer acciones terroristas contra la población civil y la Fuerza Pública en esta zona del país por parte de las redes criminales del GAO ELN.
El material incautado y el detenido fueron puestos a disposición de las autoridades por el delito de fabricación, tráfico y tenencia de armas y explosivos además de municiones de uso restringido y privativo de las Fuerzas Militares. El material de explosivos fue destruido de manera controlada por los expertos del Ejército Nacional.