La Audiencia Provincial de Granada ha condenado al comandante de la Guardia Civil Francisco García Santaella a siete años y dos meses de cárcel por los delitos de tráfico de drogas y cohecho. Se trata de la segunda sentencia por estos hechos tras una polémica absolución inicial y posterior rectificación por parte del Tribunal Supremo. El mando permitía la entrada de alijos de hachís desde Marruecos a España aprovechando su condición, de ahí su condena.
“Causa cierto sonrojo declarar probado que la tercera entrega de la droga, la de los 4.000 kilogramos, era un regalo al Estado, del que nunca podría obtener ningún beneficio, tratándose de una conducta enmarcada en una operación de narcotráfico”. Así explica el Supremo el fallo de la primera sentencia, que no tenía en cuenta esas cuatro toneladas en cuya entrada participó el funcionario.
El dictamen debe ser ejemplarizante para otros agentes de las distintas fuerzas del orden que, en distintas ubicaciones, se prestan a colaborar con el narco, tanto en España como en otros países del mundo.