El Ministerio Público de El Salvador supervisa durante la jornada de este miércoles las labores previas a la incineración de las más de cuatro toneladas de cocaína incautadas el 27 de diciembre en altamar en sendos semisumergibles. El primer paso ha sido el pesaje, que desvela que se pudieron retirar del mercado en total 4.156 kilos de sustancia ilícita atribuidas indiciariamente al Clan del Golfo.

Bajo un fuerte cordón de seguridad, personal del Gobierno de Nayib Bukele pesaron, uno por uno, los fardos en los que se halló la droga. Una vez que se contabilizó, se procedió a su incineración.

El decomiso, el más importante de la historia reciente del país centroamericano, supone un duro golpe para las organizaciones de narcos que pretendían introducirlo en el mercado de Estados Unidos a través del mar.
