Las últimas operaciones desarrolladas por la Policía Nacional Civil de El Salvador revelan que el país centroamericano sigue siendo un lugar preferente para las mafias de la cocaína procedentes del Sur (Ecuador y Colombia) y del Norte (México) para traficar hacia los dos grandes mercados mundiales: Estados Unidos y Europa.
Las autoridades salvadoreñas, apoyadas por la cooperación internacional, han dado recientemente varios golpes de mano a estas mafias, con la incautación de hasta cinco narcolanchas y la detención de una docena de personas, la mitad de ellas en tierra y la otra mitad en altamar, con unas tres toneladas de cocaína en total.
La primera operación tuvo lugar a mediados de noviembre y se saldó con la detención de ciudadanos de las tres nacionalidades citadas que presuntamente pretendían trasladar un gran alijo hacia el Norte. Fueron incautadas 2,7 toneladas de cocaína que ya han sido incineradas. En ese caso, la ruta que pensaban seguir era marítima.
Hace apenas unas horas, y tras un trabajo de Inteligencia, seguimientos y vigilancias muy estrecho, la Policía Nacional Civil de El Salvador propinó un nuevo golpe a las mafias del narco. En este caso, incautó unos 200 kilos de cocaína en tierra a un grupo muy relacionado con Guatemala. Las sospechas apuntan a que los individuos, que disponían de narcolanchas y coches caleteados, transportaban la droga que les llegaría desde Sudamérica hasta sus vecinos del Norte que, a su vez, la transladarían a México.
El ministro de Defensa del país centroamericano supervisó el operativo y advirtió que los narcotraficantes lo tendrán cada vez más difícil para operar en el territorio. Sin embargo, el excedente de producción de cocaína que se da hoy en día en Sudamérica unido a la gran demanda en los países consumidores hace que sea muy complicado retener esos flujos ilícitos, no solo en El Salvador, sino en todo el mundo.
