La Dirección General Nacional de Seguridad de Marruecos (DGSN) acaba de descubrir, fruto de labores de Inteligencia de sus propios miembros apoyada por la colaboración internacional, un inédito sistema para el tráfico de hachís entre continentes: su ocultamiento en el interior de grandes bloques de mármol preparados para su exportación.
Las autoridades policiales del país del Norte de África descubrieron un bestial cargamento de droga en la zona de Casablanca, uno de los puntos más poblados y turísticos del país. La DGST (Dirección General de Seguridad y Vigilancia) actuó de forma conjunta en el operativo, que incluyó el hallazgo de 8.990 kilos de hachís, casi nueve toneladas.
Para dar con los fardos, los funcionarios marroquíes se vieron obligados a seccionar las grandes piezas de mármol, de varias toneladas de peso cada una de ellas. En el interior hallaron los fardos clásicos del hachís, muy parecidos a los que se ven día sí, día también, en el Estrecho de Gibraltar.
Con esta incautación, las autoridades ponen de manifiesto que ya no solo son las lanchas que cruzan el Estrecho hacia Europa y los pesqueros y remolcadores que surcan el Atlántico los que transportan el derivado de la cannabis hacia Occidente, sino que también se utilizan grandes portacontenedores, al más puro estilo de la cocaína.
