En las últimas horas, en Río Patras (Grecia, Europa) por parte de la Policía de la Fiscalía de Drogas de la Subdirección de Seguridad del área de Patras, fue arrestado un extranjero, contra quien se formó una causa penal, por tráfico, suministro, preparación y posesión de drogas. En concreto, este individuo estaba detrás de todo un laboratorio de sustancias complementado por un auténtico arsenal de armamento para defenderse de otras organizaciones criminales.
Al mismo tiempo, la Policía detuvo a un lugareño, contra quien se presentó una denuncia por posesión de drogas.
En particular, los policías de la Fiscalía de Drogas de la Subdirección de Seguridad de Patras, evaluando información, arrestaron a los dos hombres en el área de Rio Patras, porque luego de una reunión entre ellos, los policías encontraron al extranjero en posesión y confiscados (445) euros y dos teléfonos móviles, mientras que en poder del local se encontraron y confiscaron (5) gramos de cocaína. Ahí comenzaron las auténticas pesquisas.
Durante los registros que siguieron en la casa del traficante, en una parcela de tierra y en una zona boscosa, los agentes de policía del Departamento de Fiscalización de Drogas de la Subdirección de Seguridad de Patras, encontraron y confiscaron lo siguiente: (5,420) gramos de heroína, divididos en (7) paquetes, (1,094.1) gramos de cocaína, divididos en (62) paquetes, una pistola con un cargador que contiene cinco cartuchos de munición, una prensa hidráulica y accesorios con residuos de heroína (espátula, agitadores, placas de metal), dos balanzas electrónicas de precisión, una bayoneta, una daga, (2.600) euros.
La mayor cantidad de droga, y más concretamente los 5 kilos de heroína y 256 gramos de cocaína, se colocó en un recipiente de plástico (limba), que el agresor había escondido en una zona de bosque, en Panagopoula, Acaya.
Además, de los 62 paquetes de cocaína, 56 estaban listos para ser traficados a drogadictos, con un peso de 1 o 5 gramos cada uno, mientras que 16 de ellos fueron encontrados cuidadosamente escondidos en el tronco de un árbol, en un terreno contiguo a la casa del perpetrador.
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