La Policía Nacional, en una operación que contó con el apoyo directo de las autoridades de Colombia, logró desmantelar un laboratorio para la producción de cocaína que una organización criminal había instalado en Chiclana de La Frontera (Cádiz, España), con el objetivo de adulterar los cargamentos de droga que recibían desde Sudamérica para obtener mayores beneficios.
El presunto cabecilla contactó con el sudamericano, un experto que se desplazó directamente desde Bogotá a Chiclana de la Frontera para obtener resultados positivos después de varios intentos fallidos en el proceso de adulteración de la droga.
En el interior del laboratorio, ubicado en la segunda planta de una vivienda familiar en el Barrio de Solagita, se hallaron 2,5 kilos de cocaína, productos químicos contenidos en garrafas y diferentes sustancias precursoras distribuidas en envases y recipientes. Junto a ello, todo lo necesario para la elaboración de la droga, como un horno, envasadoras al vacío y una gran prensa hidráulica para preparar los paquetes para su venta en el mercado ilícito.