Agentes especializados en el combate y la represión de las drogas de la Policía Nacional de Ecuador hallaron 3,8 toneladas de cocaína en dos contenedores preparados para partir hacia el mar en el puerto de Guayaquil.
La información de Inteligencia y el soporte de los perros adiestrados fue esencial para discriminar el lugar en el que se hallaba la carga, que pretendía exportarse de empresa a empresa.
El punto de destino de la droga era el Norte de Europa. En concreto, los investigadores sitúan el objetivo en un puerto de Dinamarca y otro de Polonia.