La Gendarmería Real de Marruecos, en operación conjunta con otras fuerzas de seguridad del país, realizó una gran incautación de más de 12.000 kilos de hachís en los suburbios de la ciudad de Tánger.
Al operativo policial siguió un gran despliegue en busca del dueño de la mercancía, que fue hallado poco tiempo después en posesión de seis millones de euros en efectivo en su apartamento, lo que da cuenta de la importancia de la operación.
En paralelo, y también en la ciudad de Tánger, las autoridades marroquíes interceptaron 334 kilos más de la misma droga en otro operativo.
Por último, la Marina Real del país norteafricano interceptó un pesquero en la zona de Alhucema con una tonelada más de esta misma droga en su interior, ya en el mar, y dirigida al gran mercado europeo.
Estas incautaciones demuestran la enorme actividad delictiva en relación con el tráfico internacional de sustancias estupefacientes que sigue presente en el Norte de África, con Tánger como punto más caliente.
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