El Ministerio de Defensa de Colombia ha hecho público un listado con las personas que considera “Símbolos del Mal”, en el marco de la campaña nacional de lucha contra el terrorismo y el crimen organizado, todo ello vinculado con la actividad ilícita estrella en el país sudamericano: el narcotráfico.
El listado incluye a los presuntos jefes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y de las disidencias de las FARC, y deja en un segundo plano a los jefes de los Grupos Armados Organizados (GAO) cuyos cabecillas han sido depuestos en los últimos meses, con Otoniel como ejemplo más evidente.
El Gobierno ofrece diferentes recompensas por información que sirva para ubicar a todas las personas que menciona en su informe, que son más cuantiosas según si se trata de cabecillas de primer o de segundo nivel de los distintos grupos.
La acción conjunta de la Fuerza Pública de Colombia y policías del exterior, con la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos como punta de lanza, está siendo clave para las últimas actuaciones de lucha contra las organizaciones de narcotraficantes que imperan en el país.
Las mayores dificultades para la persecución de todos estos individuos estriban en que la mayoría de ellos se hallan en zonas boscosas y de difícil acceso, muy bien controladas por sus grupos armados. Ello obliga a operaciones muy estudiadas, como la citada en la que cayó Otoniel o la más reciente en la que la Fuerza Aérea detuvo al supuesto autor intelectual del ataque al helicóptero del presidente Iván Duque.
