La Fiscalía de Colombia, en colaboración con la Dirección de Antinarcóticos de la Policía y agencias estadounidenses, interceptó una red criminal dedicada al desvío de sustancias controladas que serían utilizadas para el procesamiento de narcóticos en laboratorios clandestinos.
La investigación permitió evidenciar que uno de los eslabones de su cadena criminal era la elaboración de permanganato de potasio, utilizando complejos rústicos ubicados en Cundinamarca (Bogotá) y la región de los Llanos Orientales, en el norte del país.
Posteriormente, los materiales químicos que procesaban eran presuntamente enviados vía terrestre en vehículos de transportes de mercancía legal hacia diversos municipios de Cundinamarca, Boyacá, Magdalena Medio y Caquetá, donde era comercializada a otras estructuras narcotraficantes.
En las diligencias fueron incautados alrededor de 8.000 litros de manganato de potasio, 1.000 kilogramos de cloruro de calcio, 120 kilogramos de permanganato de potasio y 200 litros de ácido clorhídrico. Se logró la destrucción de un laboratorio clandestino en Sibaté, Cundinamarca.
